lunes, 10 de agosto de 2015

Empresas para el largo plazo II. Constructoras e infraestruturas

Analisis contructoras


Si fuiste de los que al terminar de leer mi último post pensaste en sectores empresariales y dijiste  "el próximo, constructoras y gestoras de infraestructuras"; entonces sí, ¡acertaste de lleno! Siguiendo con el análisis de las mejores empresas para el largo plazo, hoy voy a hablaros de estos dos sectores, que están muy relacionados entre sí. Con todo, me gustaría recalcar que el post se centrará en dichos negocios y en su idoneidad para el largo plazo; en ningún momento se tendrá en cuenta el precio actual de este tipo de empresas.

Así, sin más preámbulos, vamos a comenzar nuestro particular análisis estival, ya que este post viene bien repleto de información (útil, y "espero" que lo más clara posible, también).

Empresas constructoras y gestoras de infraestructuras

Las constructoras (que no promotoras) son empresas que se dedican a construir grandes infraestructuras como puentes, autopistas, aeropuertos, etc. En realidad, las constructoras son empresas cíclicas aunque en las últimas décadas se han convertido en un negocio más estable debido a los siguientes motivos:


  • Su diversificación geográfica.
  • Han realizado inversiones en negocios más estables.

En el Ibex 35 tenemos algunas de las mayores y mejores constructoras del mundo, con barreras de entrada muy altas y con buena diversificación geográfica y en negocios. Por todo ello me parece aconsejable invertir en estas empresas a L/P. Siempre según mi opinión (seguramente habrá quien difiera o prefiera otras empresas, claro) las más destacadas serían: ACS Ferrovial para las constructoras.  En el negocio de gestión de infraestructuras debemos destacar a Abertis.


1. ACS

Es una compañía fundada en 1968 y hay que tener en cuenta que estamos hablando de una empresa bastante saneada y muy bien gestionada.

¿Quieres ver su evolución en beneficios? En el gráfico que viene a continuación podrás ver la evolución de sus beneficios netos (sin tener en cuenta extraordinarios) desde el año 2000. 

Beneficio ACS


Lo más destacable es la bajada de beneficios que sufrió durante la crisis, llegando incluso a entrar en pérdidas en el 2012. Muchos quizás pensareis que no es aconsejable invertir en empresas que han tenido pérdidas. Incluso en muchos libros de iniciación a la inversión en Bolsa (como El inversor Inteligente) recomiendan no invertir en ellas. En mi opinión, lo más sensato es no descartar una empresa porque no cumpla alguno de los requisitos que ya comentamos, sino analizar el porqué de esas pérdidas. Se debe estudiar si realmente se deben a problemas en el negocio de la empresa; si son problemas estructurales y se pueden volver a repetir; o si simplemente fue un bache temporal, las consecuencias de una crisis como la actual, etc.  

Los inversores que consiguen una elevada rentabilidad son aquellos que saben aprovechar los problemas "temporales" de las empresas para invertir en ellas. En 2012 ACS llegó a cotizar a 10,38€ y en el mismo momento en qué estoy escribiendo este post está cotizando a 32,26€. 

Las gráficas siguientes nos enseñan la diversificación de ACS por negocios y como está aumentando su internacionalización después de la crisis.



Con todo, debemos tener en cuenta que la construcción es la parte más cíclica del negocio; en cambio, los servicios industriales y los de medio ambiente son mucho más estables. Cabe destacar que los servicios industriales son bastante recurrentes ya que un elevado porcentaje del beneficio procede del mantenimiento de las infraestructuras construidas anteriormente.

¿Por qué invertir entonces en ACS? Si recuerdas los requisitos de una empresa para invertir en ella a largo plazo veras que ACS los cumple en buena medida casi todos:
  • Gran calidad del negocio. Aunque sea algo cíclico, si se compra a buenos precios seguramente será una inversión rentable para el largo plazo.
  • Buena diversificación.
  • Presenta elevadas barreras de entrada.
  • Buenas perspectivas a largo plazo. Actualmente está consiguiendo contratos importantes.
  • Buen equipo gestor y cuidado al accionista. 
  • Su capitalización bursátil es de más de 10.200 millones de Euros.
  • Su deuda, a diferencia de las demás constructoras, está bastante controlada.


2. Ferrovial

Es una empresa fundada en 1952 y controlada por la familia del Pino. Tiene poca dependencia de la construcción ya que su principal negocio es el mantenimiento de infraestructuras y los servicios. Como ya he comentado anteriormente, la construcción es un negocio cíclico pero que genera beneficios y liquidez de forma rápida. Ferrovial utiliza la liquidez del negocio de la construcción para entrar en negocios de gestión de aeropuertos, autopistas y aparcamientos, mucho más estables y que, una vez maduros, generan elevados beneficios.

Si observas detenidamente el gráfico que viene a continuación podrás seguir la evolución del beneficio neto de Ferrovial desde el 2000.




















Lo más destacable son las pérdidas sufridas en 2008 y de 2009. ¿El motivo? Se atribuyen a operaciones contables, como depreciaciones de activos. Es un dato importante, ya que ello no supone salida de dinero de la empresa. ¿Y qué pasó en 2010? Sí, ocurre justo lo contrario. El beneficio subió mucho debido a revalorizaciones de activos. Si no tenemos en cuenta estos ajustes contables verás que los beneficios son bastante estables.


Siguiendo con la linea iniciada con ACS, te detallo a continuación los motivos que me hacen pensar que Ferrovial es una buena empresa para el largo plazo:

  • Gran calidad y estabilidad del negocio. Tiene poca dependencia de la construcción. 
  • Muy bien diversificada.
  • Presenta elevadas barreras de entrada.
  • Muy buenas perspectivas a largo plazo. Muchos de sus negocios están aún por madurar y es previsible que aumenten en beneficios.
  • Buen equipo gestor y cuidado al accionista. Buena rentabilidad por dividendo. 
  • No es una empresa pequeña. Ahora mismo está valorada en casi 16.000 millones de Euros.
  • Su deuda es algo elevada (Deuda/Ebitda =  6,3) pero su fase actual es de inversión y, por tanto, es necesario pedir dinero. Seguramente cuando sus inversiones maduren la reducirá.


3.Abertis

Es una empresa que nace en 1992 a partir de la fusión de Acesa y Aurea. Como se puede ver en el gráfico, su negocio es bastante más estable que el de las constructoras. Empresas como Caixabank y OHL tienen una participación significativa de Abertis.




En estos otras representaciones podemos ver como Abertis no solo diversifica en negocios sino también geográficamente.

Y para finalizar, te presento los motivos para elegir Abertis para el largo plazo:

  • Gran calidad y estabilidad del negocio. 
  • Presenta elevadas barreras de entrada.
  • Buenas perspectivas a largo plazo. 
  • Buen equipo gestor y cuidado al accionista. Tiene previsto aumentar el dividendo un 10% anual durante los próximos 3 años.
  • Empresa grande. Ahora mismo está valorada en casi 14.250 millones de Euros.
  • Su deuda es bastante elevada. (Ratio Deuda/Ebitda= 4,42). Se ha reducido bastante durante los últimos años.







Y así terminamos el post de hoy. Como ves, he intentado elegir las tres empresas del sector más adecuadas para nuestra estrategia de inversión, pero se podrían añadir otras empresas. Constructoras que también serían interesantes para el largo plazo son Acciona, FCC y OHL. Quizás no pasen por su mejor momento, pero hay que tener en cuenta que una buena inversión a largo plazo la determina el futuro de la empresa, no el presente. De hecho, puede que los problemas de deuda (si son temporales) hagan que el precio las acciones sea más que atractivo (si consigue superarlos, claro). Normalmente una mayor rentabilidad exige un mayor riesgo.

¿Qué te ha parecido la entrada? Venga, anímate y deja tus comentarios. Y en breve, continuaremos con nuestro análisis de empresas para el largo plazo III.



lunes, 3 de agosto de 2015

Empresas para el largo plazo I: Bancos y aseguradoras


Sectores bolsa


Como ya adelanté en mi última entrada voy a empezar una serie de posts analizando las empresas que me parecen más adecuadas para la inversión a largo plazo. A ver si así ayudamos a hacer más llevadero el rigor estival (que, al menos en Mallorca, parece decidido a no dar tregua con el calor).

Me centraré en empresas del mercado continuo ya que, en mi opinión, son las más fáciles de seguir para la mayoría de inversores. En realidad, estas son las empresas que algún podrían entrar en mi cartera (si no lo han hecho ya, ¡claro está!).

Lo primero que hay que tener en cuenta es que invertir a largo plazo no consiste en "coleccionar" empresas sino en hacer una selección de las empresas que más nos interesen e ir incluyéndolas cuando se puedan encontrar a buen precio. Diversificar es muy importante pero también lo es comprar a un precio adecuado, así como conocer bien la empresa y su negocio. Por ello, las empresas en las que vayamos a invertir deben cumplir los requisitos comentados en el post anterior. Y de todos ellos (y siempre a mi entender) el requisito más importante para el largo plazo es la existencia de barreras de entrada. Si quieres tener una empresa en cartera toda tu vida, mi consejo es que lasbusques con elevadas barreras de entrada, de manera que la competencia nunca pueda arruinarte el negocio.

Después de los consejos y recomendaciones, va siendo hora de empezar el análisis de empresas. Y, como la mejor forma de describir una empresa es haciendo un análisis por sectores, empezaremos hoy con bancos y aseguradoras.

1. Bancos comerciales

El primer punto es diferenciar bancos comerciales y banca de inversión. Para el largo plazo son recomendables los bancos comerciales por diversos motivos; entre los más destacables nombraría  sus elevadas barreras de entrada y la estabilidad del negocio.
Como a bien seguro sabéis, el principal negocio de los bancos consiste en captar dinero (normalmente de los clientes) y sacar más rentabilidad por ese mismo dinero que el interés que el propio banco paga por él. Así, normalmente el dinero de los depósitos se utiliza para dar créditos a otros clientes, comprar bonos del estado, etc. Además, la mayoría de bancos comerciales cuenta también con otros negocios, como banca de inversión, planes de pensiones, tarjetas de crédito, comisiones, recibos, seguros, etc.
Cuando vayamos a invertir en un banco es imprescindible informarse sobre su solvencia. Bankia y algunas pequeñas cajas de ahorros han sido un claro ejemplo de cómo pueden acabar los problemas de solvencia.

Y ahora viene la pregunta: ¿qué bancos cumplirían nuestros requisitos para una estrategia a largo plazo? Ahora mismo (y siempre según mi opinión) los bancos más adecuados son el Banco Santander y el BBVA. Son grandes bancos (y de los más grandes del mundo), están bien diversificados geográficamente y su negocio es bastante estable. Los ratios bancarios (que solo mencionaré, ya que tampoco viene al caso profundizar en ellos en este post), como la tasa de morosidad, la cobertura de morosidad, la ratio créditos / negocios, Core Capital, Tier 1, etc. están bastante controlados. Todo ello nos indica que son bancos saneados y que, por lo tanto, es prudente invertir en ellos.

Hay que tener en cuenta que, históricamente, el negocio bancario ha sido siempre bastante cíclico aunque actualmente (y debido a la diversificación) cada vez se nota menos este efecto.

Como muestra de la diversificación geográfica podemos ver la distribución de beneficios del Banco Santander en el 2014.


Santander

Lo mismo ocurre con el BBVA: otro buen ejemplo de diversificación geográfica.


BBVA

Si bien existen otros bancos en el Ibex 35 que quizás algunos inversores consideren adecuados para el largo plazo (como sería el caso de Bankinter, Caixabank, Bankia, etc.); personalmente no me llaman demasiado la atención. ¿Los motivos? Pues son bancos que no están diversificados geográficamente y llevan cotizando en Bolsa poco tiempo. Además, en el caso de Bankinter, debemos tener en cuenta que su capitalización bursátil es relativamente baja. Otros bancos que no resultarían los más adecuados para una cartera de largo plazo serían Banco Sabadell y Banco Popular (aunque se podrían tener en cartera pero en menor porcentaje). 


2. Aseguradoras

El negocio de las aseguradoras es, en principio, bastante simple: cobran primas por los seguros y responden sólo en caso de siniestros. Pero para que el negocio funcione (esa es la idea, ¿no?), los ingresos por las primas deben superar el desembolso por los siniestros. Además, el tiempo que transcurre desde que se cobran las primas hasta que se paga a los afectados se aprovecha para invertir "ese" dinero y obtener mayores beneficios. Así, las aseguradoras que invierten en renta fija suelen ser mucho más estables y seguras que las aseguradoras que invierten en renta variable.

Y volvemos a la pregunta clave: ¿qué aseguradoras elegir? Pues tenemos en nuestro mercado dos aseguradoras de gran calidad para el largo plazo: Mapfre y Catalana Occidente.


Catalana occidente
Mapfre

Entre las razones que las hacen interesantes para nuestra estrategia a largo plazo se podrían destacar las siguientes:

- Su gran diversificación geográfica, ya que ambas operan en más de 50 países. 

- Son compañías históricas (Mapfre nació en 1933 y Catalana occidente tiene más de 150 años de historia). 

- Tienen un buen equipo gestor. No se centran en grandes operaciones de elevado riesgo sino en el negocio de particulares, en el que cuentan con millones de clientes.

- Tienen poca deuda.


Y así llegamos al final del post de hoy. Espero que te sea de utilidad cuando hagas la selección de empresas para tu cartera de largo plazo (en toda lista siempre podrían añadirse más elementos; si te apetece comentar alguna otra empresa, agradeceré tus comentarios!).

Próximamente... ¡Empresas para el largo plazo II! (¿te animas a adivinar en qué sectores empresariales me centraré?). Pues nada, a seguir disfrutando del la tranquilidad estival, que no bursátil, jeje. 


miércoles, 22 de julio de 2015

Empresas para el largo plazo



Hoy me ha venido a la cabeza el cubo Rubik, ¿os acordáis? Fue uno de los juguetes clásicos de nuestra niñez. A mí me lo regalaron cuando tenía siete años; emocionado, me lo llevé a mi habitación y lo dejé encima de la mesa, para luego quedarme mirándolo fijamente. Recuerdo que solo era capaz de hacer dos movimientos sin mezclar los colores para luego volver atrás. Entonces mi padre entró en la habitación, cogió el cubo y empezó a girar las caras. Yo lo miraba atónito mientras desordenaba mi cubo, intentando memorizar aquellos movimientos. Fue inútil, claro. Me miró y me dijo: "ves, ahora tu tienes que ordenarlo y dejarlo como al principio". No hace falta decir que me dejó todo lo desolado que puede estar un niño de siete años (quien aún se acuerde de su infancia, sabrá que la desolación a esa edad puede ser "grandísimamente" infinita, vaya). Al cabo de un rato, mi padre volvió a mi habitación y miró el cubo, que volvía a estar encima de la mesa. Recuerdo su sorpresa al verlo perfectamente resuelto: me miraba a mi y después al cubo, alternativamente. Al cabo de unos segundos me preguntó cómo lo había hecho, aún incrédulo. Y yo le dije, con la tierna inocencia de la que solo es capaz la niñez: "muy fácil, papá, he despegado las pegatinas y las he vuelto a pegar".

Llegados a este punto, algunos se preguntaran por el motivo de mi historia. Pues bien, la verdad es que no, no soy capaz de predecir los movimientos de la bolsa a partir de un cubo Rubik ni decido cuando invertir en función de los colores (estaría bien, ¿verdad?). La moraleja es algo más sutil y va ligada a la forma que tenemos de alcanzar aquello que nos proponemos. Dicen que para conseguir un objetivo existen diferentes caminos: algunos son más rápidos y otros más lentos; unos son más seguros y otros más peligrosos. Algunos caminos quizás sean más sencillos y otros pueden resultarnos muy complicados. Pero lo cierto es que, en bolsa y para el pequeño inversor, el camino más fácil y que siempre llega a buen puerto es aquel más largo. Por eso, la estrategia que os propongo (el “Buy and Hold”) es una de las más sencillas para las personas sin grandes conocimientos del mundo financiero. Como ya hemos comentado en posts anteriores, se trata de comprar, mantener y reinvertir los dividendos. Por ello, si haces las cosas bien no debes preocuparte de vender  o cuándo hacerlo (algo necesario en algunas estrategias y que supone una de las partes más difíciles). 

Así, en los próximos posts explicaré en que se basa la inversión a largo plazo. Hay tres puntos que considero fundamentales:
  • Elegir las empresas correctas.
  • Elegir el momento y precio adecuado.
  • Mantener las acciones y tener la psicología adecuada.

Un inversor que siga estos tres puntos de forma correcta tiene muchas posibilidades de llegar al final del camino. Pero en el post de hoy vamos a centrarnos en el primer punto: elegir las empresas adecuadas para el largo plazo. Si miramos cualquier índice bursátil (como el mercado continuo o el IBEX 35) veremos que hay una gran variedad de empresas. La mayoría de ellas se pueden clasificar en varios grupos:

  • Blue Chips; son empresas de gran capitalización bursátil (son grandes empresas), de calidad y estables. No suelen ser las empresas con mayor crecimiento, pero es difícil ver caídas bruscas en estos valores, por lo que a largo plazo suelen dar buenos resultados. Un blue chip del Ibex 35 es el Banco Santander.
  • Empresas de crecimiento; son empresas que pueden ofrecer crecimientos de beneficios y revalorizaciones bastante altas en un breve período de tiempo. Se suelen pagar a PER's bastante altos, ya que en el precio vienen descontada parte de esas revalorizaciones, pero el riesgo es bastante más alto que con el de los blue chips. Aquí podemos encontrar empresas tecnológicas, de innovación, empresas en expansión, etc. Una empresa de crecimiento es Gamesa.
  • Empresas cíclicas; son empresas que pasan de tener fuertes beneficios a tener beneficios bajos o entrar incluso en pérdidas, todo ello en función de los ciclos de la economía. Sus dividendos sufren las mismas oscilaciones que los beneficios, por lo que no son nada adecuadas para una estrategia de largo plazo. El PER es un parámetro muy peligroso a la hora de valorar estas empresas. Cementos porland es un ejemplo claro de empresa cíclica.
  • Chicharros; son empresas de baja calidad que entran en pérdidas con bastante frecuencia. Las cotizaciones sufren subidas y bajadas muy bruscas con las que se pueden conseguir revalorizaciones espectaculares (multiplicar por varias veces el capital invertido), pero lo más común especulando con chicharros es perder dinero. Todo inversor de largo plazo debería mantenerse alejado de este tipo de empresas. Un chicharro del mercado continuo es Codere.

Con esta clasificación queda claro que las empresas más adecuadas para el largo plazo son los blue chips pero, además, deberán cumplir una serie de características para decidirnos a invertir en ellas (como siempre, sabéis que me refiero a siguiendo el Buy and Hold). Así, deben cumplir lo siguiente:

  • Ser negocios de calidad, estables y con beneficios crecientes. Obviamente,  se debe invertir en empresas rentables, y que tengan beneficios constantes y crecientes año tras año. La rentabilidad de una inversión a largo plazo vendrá determinada por el crecimiento de los beneficios de la empresa.
  • Tener elevadas barreras de entrada. Las barreras de entrada son la dificultad que tienen las nuevas empresas para crecer y establecerse como competencia. Una empresa sin demasiada competencia puede tener unos márgenes de beneficios altos. En cambio, en sectores donde existe mucha competencia resulta obvio que los beneficios se resientan. Sectores como las eléctricas, construcción de infraestructuras, la banca comercial, etc., tienen unas barreras de entrada muy elevadas, ya que se necesita mucho dinero para que una nueva empresa se establezca como competencia en dichos sectores.
  • Ser marca o ventaja competitiva. Los monopolios o marcas muy potentes son ideales para la inversión a largo plazo ya que la marca en si supone una barrera de entrada muy elevada para la competencia. Es difícil encontrar estas empresas a buenos precios. Quizás deberemos pagar un poco más, pero los márgenes y los crecimientos suelen ser mayores.
  • Cuidar al accionista. La inversión a largo plazo se basa en la reinversión de dividendos. Por lo tanto, se deben seleccionar empresas con elevada rentabilidad por dividendo y, sobretodo, que puedan mantener y aumentar ese dividendo año tras año, por encima de la inflación.
  • Tengan elevados márgenes de beneficios. Indican cual es el porcentaje de beneficios que tiene una empresa sobre sus ventas. Las empresas con elevados márgenes de beneficios tienen la capacidad de reducirlos en caso de que surja competencia o surja un período de crisis. En cambio, las empresas sin margen de beneficios no tienen esa posibilidad.
  • Presenten baja deuda. Es dificíl encontrar empresas sin deuda o con deuda bastante baja, sobretodo en el Ibex 35. En muchas ocasiones, porque tener deuda es rentable para las empresas (los directivos deben ser capaces de obtener mayor rentabilidad que los intereses pagados) y en otras ocasiones porque es absolutamente necesario para poder crecer y obtener mayores beneficios. Excepto en casos excepcionales (donde una elevada deuda pueda suponer precios muy buenos de compra), se debe invertir en empresas con baja deuda o con deuda controlada. Siempre es recomendable comparar la deuda de una empresa con empresas del mismo sector.
  • Ser empresas con elevada capitalización bursátil. Empresas con capitalizacion bursátil menor de 1.000 - 2.000 millones de euros no suelen ser adecuadas para la inversión a largo plazo.
¿Te ha gustado el análisis? ¿Quieres saber que empresas considero más adecuadas para el largo plazo? Entonces.... ¡no te pierdas el próximo post!

PD. En posts venideros seguiremos analizando los dos puntos fundamentales que nos han quedado en el tintero para la inversión a largo plazo (cuándo y a que precio comprar, y la fortaleza psicológica necesaria para invertir en bolsa). Ahí es nada.

viernes, 10 de julio de 2015

Comprar barato en Bolsa (2): Rentabilidad por dividendo y Valor contable.


EL PORQUÉ DEL TÍTULO DEL BLOG: EL DIVIDENDO (y algunas cosillas más...)

Cuando decidí empezar a escribir este blog estuve varios días intentando decidir el nombre. Buff, hay muchísimos blogs sobre bolsa y casi todos los nombres que me venían a la cabeza ya estaban siendo usados... Hasta que finalmente decidí poner el nombre del elemento clave de la estrategia de inversión en la que me había iniciado: el dividendo, el "fruto" de las buenas inversiones con las que intentar mejorar mi futuro.

Así que vamos allá. Si en el post anterior vimos como decidir si una empresa estaba barata analizando el PER, hoy quiero comentaros otras dos formas de saber si una empresa está a buen precio: la rentabilidad por dividendo y el valor contable.


* Rentabilidad por dividendo

El dividendo es la parte del beneficio que la empresa entrega a sus accionistas. El concepto de rentabilidad por dividendo (RPD) surge de comparar el dividendo con la cotización de la empresa. Por ejemplo, si una empresa que cotiza a 100€/acción reparte un dividendo de 5€, tendrá una RPD del 5%.

Por norma general, cuando mayor sea la rentabilidad por dividendo, mejor. Esto es especialmente importante en una estrategia como el buy and hold, en la que se reinvierten los dividendos cobrados en la compra de más empresas. En estos momentos se pueden considerar baratas por RPD las empresas que dan más de un 4 - 4,5% de RPD. En momentos de fuerte crecimiento económico una RPD superior a un 3- 3,5 % puede ser una buena compra. Pero, como en la mayoría de casos, no debemos comprar un valor solo por la RPD,  sino que debemos hacer varias consideraciones.

  1. El pay-out. El pay-out es el % del beneficio que la empresa dedica al dividendo. Por ejemplo, una empresa con un pay-out del 70%, dedica un 30% a su propia financiación (abrir fábricas, renovar material, pagar deuda...) y un 70% lo reparte entre los accionistas en forma de dividendo. No hay una regla general para ajustar el pay-out ya que las circunstancias de cada empresa son distintas. De todas formas, si una empresa tiene un pay-out muy alto es probable que tenga que ajustarlo (porque no se financia sola) y, por lo tanto, disminuir el dividendo. También puede pasar lo contrario: una empresa con un pay-out bajo (porque quizás necesite invertir o reducir deuda) podría aumentarlo y, con ello, aumentar el dividendo.
    Ahora mismo hay empresas que tienen un pay-out muy alto, casi del 100%, como son Endesa, BME o Zardoya otis, y debemos tenerlo en cuenta a la hora de analizar la RPD. En el caso de BME debe valorarse que prácticamente no necesita inversión; esto puede ser positivo y negativo a la vez. Positivo, porque puede repartir dividendos mayores; y negativo, porque no puede invertir en la propia empresa para crecer más.
  2. Es mucho más importante el crecimiento del dividendo que la rentabilidad por dividendo inicial. ¿Qué quiero decir con ello? Pues que vale más comprar una empresa con RPD inicial al 3% y cuyo dividendo se incremente un 15% anualmente, que una empresa con RPD al 7% y cuyo dividendo crezca solo un 5% anual.
  3. En los mercados se pueden encontrar empresas con un dividendo muy alto. Esto puede deberse (o no) a que ha bajado mucho la cotización. En estos casos se deben analizar las causas de la bajada brusca y asegurase que es un "bache" temporal y no un deterioro permanente del negocio.
  4. En la estrategia del buy and hold debemos separar el dividendo ordinario del extraordinario. El ordinario es sostenible; en cambio, el extraordinario solo se reparte el año en cuestión por un beneficio extraordinario (venta de activos con plusvalías, etc.).
  5. No se deben confundir los script-dividends con dividendos. Las ampliaciones de capital sin recompra de acciones (script-dividend) no son dividendos reales.


* El valor contable

En primer lugar deberemos tener en cuenta el balance de la empresa, que se calcula de la siguiente forma:

Activo = Pasivo + Patrimonio Neto.

O (lo que es lo mismo)

Patrimonio Neto = Activo – Pasivo


El patrimonio neto es el valor teórico de la empresa,: Por ejemplo, si tenemos una empresa con instalaciones por valor de 200.000 € (activo) y una deuda de 150.000 €, su patrimonio neto seria de 50.000 € (Activo – Pasivo = Patrimonio Neto).
Si ajustamos el patrimonio neto al número de acciones, ya tenemos el valor contable por acción (VC). Pero el valor contable por acción debe compararse con la cotización. Si una empresa sólida y de calidad presenta un VC parecido a su cotización o menor, probablemente esté bastante barata.
Si la cotización es bastante mayor que el valor contable, ya debería analizarse con mucho más detenimiento; por lo tanto, en este caso lo más sencillo es no tener en cuenta este ratio.


Un ejemplo claro de empresas baratas por valor contable son los dos grandes bancos BBVA y Banco Santander. En condiciones normales suelen cotizar a 1,5 – 2 veces su valor contable, mientras que ahora mimo cotizan entre 0,9 y 1,1 veces dicho valor. Una vez salgamos de forma definitiva de la crisis (que todo llega algún día, ¿verdad?) y de las incertidumbres actuales, estas empresas podrían volver en poco tiempo a la normalidad respecto a su valor contable.


Conclusión: Si quieres obtener buenos resultados en bolsa la clave está en comprar buenas empresas a buenos precios (dicho así parece fácil, ¿verdad?). Para ello deberemos decidir si el precio al que encontramos una empresa será realmente una buena inversión (o no), teniendo en cuenta las tres "herramientas" que os he comentado en estos dos últimos posts: el PER, la rentabilidad por dividendo y el valor contable.
Aunque como siempre os digo, hay que recordar que en bolsa es mucho más importante el futuro de la empresa que cualquier dato del pasado. Los ratios que hemos visto solo nos indican el pasado reciente; por lo tanto, antes de invertir en una empresa debemos intentar "predecir" sus perspectivas de futuro (ahí queda dicho). Conseguirlo es lo que nos hará grandes inversores.

¿Qué te ha parecido el post? Espero tus comentarios 

domingo, 5 de julio de 2015

Comprar barato en bolsa 1: EL PER

Comprar barato en bolsa (1):  el PER

PER

La idea de este post surge después de una tarde de playa con los amigos, discutiendo sobre si el precio de la caña en la terraza del chiringuito playero (¡nada más y nada menos que 5€!) era justo que fuera más caro que en el bar de la esquina (por muy "chill out" que fuera el chiringuito en cuestión).

Dejando a un lado las cervezas -ya volveremos a ellas en el final del post-, en la estrategia que sigo (“buy and hold” y otras similares como el “Value Investing”) es muy importante comprar buenas empresas a buen precio. Lo primero que debe hacer un inversor es distinguir entre el precio y el valor. El precio es lo que se paga por esas empresas, es decir, la cotización. En cambio, el valor es algo más subjetivo; vendría a ser el precio justo de una empresa en un determinado momento y en unas determinadas circunstancias.
Algo que debemos tener en cuenta es que las empresas en bolsa no suelen cotizar en su precio justo. En determinados momentos están infravaloradas, muchas veces por el sentimiento de incertidumbre, pesimismo o miedo; y en otros momentos pueden estar sobrevaloradas, debido a la codicia de los inversores, el optimismo desmesurado, etc... El mejor momento para comprar es cuando el mercado pasa por un momento de miedo o incertidumbre, y las empresas lo reflejan en su cotización. Por poner uno de muchos ejemplos, en Julio de 2012 se vivieron momentos de pánico por la posible ruptura de la zona Euro. En ese preciso momento, ACS llegó a cotizar 10,84 € por acción, cuando hace poco cotizaba a más de 34 € por acción (y, con todo, a 34 € tampoco está excesivamente cara!). Cierto es que ahora mismo ACS está bastante más saneada y sus beneficios son mayores, pero en 2012 estuvo claramente infravalorada. También MAPFRE ha pasado de 1,3 € la acción a 3,6 € hace pocos meses; y así podríamos hablar de varias empresas del Ibex 35.

Si te digo que una empresa que cotiza a 20 € está más barata que otra que cotiza a 2 €, ¿qué te parece? La respuesta es clara: ¡La cotización no nos indica si está más cara o más barata! Cualquier inversor debería tener muy clara esta afirmación. Pero lo realmente difícil para el inversor será saber cual es el precio justo de una empresa. Existen diferentes ratios que pueden ayudarte a determinar si una empresa está cara o barata aunque, normalmente, solo reflejan el pasado de la empresa (y nunca hay que olvidar que lo más importante a la hora de invertir son los futuros resultados de dicha empresa.)

¿Caro o barato?

Y ahora es cuando entra en escena uno de los principales ratios a la hora de decidir cuánto pagamos por una empresa: el PER (Price Earnings Ratio). El PER equivale a la relación entre el precio y el beneficio, y se calcula dividiendo la cotización de la acción entre el beneficio de dicha acción.
Por ejemplo, si Iberdrola tiene una cotización de 6€ por acción y su beneficio en 2014 fue de 0,40 € por acción; entonces su PER 2014 será de 6/0,40 = 15 veces. ¿Y eso qué significa? Pues un PER 2014 = 15 veces querrá decir tardaremos 15 años en recuperar nuestra inversión via beneficios.

¿Cómo debe ser el PER de una empresa para decidirnos a invertir?

Por norma general, el PER cuando más bajo sea, mejor. Indica que más barata está la empresa. Una regla bastante sencilla, que utilizan muchos inversores, es comprar solo empresas con un PER menor de 14 - 15 veces. En un principio puede parecer bastante coherente, pero debemos tener en cuenta que el PER es solo un ratio más y se deben hacer varias consideraciones a la hora de valorar una empresa por PER. Es decir, no se debe comprar una empresa solo porque su PER sea muy bajo, pero tampoco debemos no comprarla por el hecho de que su PER sea mayor que 15.

Hay inversores utilizan el PER medio de los últimos 3 años. Puede darse el caso que un año los beneficios hayan sufrido ajustes contables que no reflejan de forma exacta la evolución de la empresa; de esta forma, una media de 3 años puede que se ajuste bastante más a la realidad.

* Consideraciones acerca del PER

- No sirve para valorar empresas cíclicas. Cuando estan en la parte baja del ciclo o en pérdidas cotizan a PER's altos (los inversores anticipan subidas y no tienen en cuenta los beneficios en la parte baja del ciclo); mientras que cuando su negocio está en pleno rendimiento cotizan a PER's bajos (los inversores anticipan que volverá a la parte baja del ciclo y recogen beneficios).

- No permite valorar empresas en crecimiento (considerando alto PER>15). Las grandes perspectivas de crecimiento pueden hacer que una empresa cotice a PER's muy altos (de 30 veces o más) y, aun así, puede resultar ser muy barata.

- No se puede asegurar que si la empresa A cotiza a un PER 15 sea más cara que una empresa B, que cotiza a PER 10. Podría darse el caso que la Empresa A tenga un crecimiento de beneficios alto y la empresa B esté estancada en crecimiento; de estar forma, podríamos recuperar la inversión via beneficios mucho antes con la empresa A. En conclusión, la empresa A sería mejor inversión y, por lo tanto, más barata.

Entonces... ¿de que depende el PER, además del BPA?

1. Del crecimiento esperado de la empresa. Una empresa de la que se espere un crecimiento alto, seguramente cotizará a un PER más elevado que una empresa con bajo creciemiento. En cierta manera, muchas empresas ajustan su cotización a su PER estimado. Es decir, ahora mismo algunas empresas cotizan a un PER 2015 igual a 15 veces pero, ¿cómo se puede calcular este PER 2015 si aún no tenemos ni sabemos el resultado empresarial de 2015? Pues gracias a la previsiones que realizan los analistas; ese es el BPA que se utiliza para calcular el PER.

2. Del sector de la empresa y de sus perspectivas. El sector suele influir mucho en el PER; ahora mismo las aseguradoras cotizan a un per medio de 10 -12 veces, mientras que las eléctricas cotizan a un PER 14-16 veces.

3. El PER histórico de la empresa. Debe tenerse en cuenta porque hay circunstancias que pueden hacer que una empresa cotice a un PER mayor del habitual y no por ello significa que esté cara. Por ejemplo, las empresas que no necesiten inversión y destinen el 100% de los beneficios a la retribución del accionista (dividendo) pueden cotizar a un PER más alto que una empresa similar.

4. Del momento y situación actual. En grandes crisis y momentos de pánico las empresas de calidad pueden llegar a cotizar a PER's muy bajos, de 8 o incluso menores. En cambio, en burbujas y momentos de euforia pueden contizar a PER's muy elevados. Es en esos momentos cuando hay que evitar comprar.

5. De los tipos de interés. Con tipos de interés altos, el PER de las empresas suele ser más bajo ya que la renta fija (Bonos del estado) puede ser una inversión más rentable y más segura que la bolsa. Así,  es de suponer que el dinero fluye de la bolsa a la renta fija. En cambio, cuando los tipos de interés son más bajos, la renta fija deja de ser una inversión atractiva y el dinero fluye hacia la bolsa.


Conclusión: el PER puede ayudarnos a decidir si una empresa está o no a un buen precio, pero se deben tener en cuenta otros parámetros para complementar la información de dicho ratio.

¿Qué te ha parecido el post? ¿Te será de utilidad? Si te ha gustado, deja tu comentario. Como siempre, agradecerte tu atención y colaboración.

PD. Por si te quedaste con las ganas, ¿cuál crees tu que debería ser el precio de la cervecita si tenemos en cuenta las vistas? :)


PER




domingo, 28 de junio de 2015

La estrategia: Buy and Hold.

Estrategia buy and hold


En la entrada anterior vimos cómo funcionaba el interés compuesto; hoy os hablaré de una estrategia que combina dicho interés con la inversión en bolsa: se conoce como "Buy & Hold",  o  "Comprar y Mantener"

¿Por qué seguir una estrategia?

Una estrategia es absolutamente básica y necesaria a la hora de invertir en bolsa. La mayoría de personas que invierte en bolsa y pierde dinero lo hace sin ningún tipo de estrategia, eligiendo empresas al azar.  Más que invertir en bolsa, podría llamarse "vamos a jugarnos nuestro patrimonio". Invertir a largo plazo significa vivir aburridos movimientos laterales, cracks desesperantes, enormes burbujas, etc. Es en estos momentos cuando se debe tener muy claro cómo actuar (que en algunos casos querrá decir "no actuar") para poder seguir adelante y aprovechar las ventajas del interés compuesto.

Fundamentos de la estrategia "Buy and Hold".

La estrategia "Buy and hold" consiste básicamente en comprar acciones de empresas sólidas que destinen buena parte de sus beneficios a repartir dividendos. Debemos mantener esas empresas de forma permanente (sólo vender en casos muy particulares) y, a través de los dividendos y el capital ahorrado, comprar más acciones para que, a su vez, podamos cobrar más dividendos. En los primeros años es difícil ver el crecimiento pero hay un punto en el cuál el rendimiento se dispara gracias al interés compuesto. Vamos a ver las claves para tener éxito utilizando esta estrategia.

  • Hacer una buena selección de empresas.
Para esta estrategia debemos contar con empresas sólidas, que crezcan en beneficios año tras año (puede haber crisis y momentos en los que no se cumpla) y que repartan dividendos. Es muy importante que los dividendos aumenten a medida que pasen los años y que lo hagan a un ritmo mayor que la inflación (para no perder poder adquisitivo).
- Se debe invertir en empresas con importantes barreras de entrada (tales como banca, eléctricas, constructoras, infraestructuras).
- Deben evitarse empresas cíclicas o empresas con baja capitalización bursátil (>1.000.000 €)
  • Comprar lo más barato posible.
El precio al que compremos las acciones marcará la rentabilidad de nuestra inversión. Quizá la forma más fácil para el inversor medio sería concentrar las compras cuando la cotización de las empresas no pase por un buen momento (sería algo parecido a comprar en temporada de rebajas; cuanto más barato, mejor). Pero psicológicamente es difícil, ya que en ese momento la mayoría de inversores preferirá empresas que estén en mejores condiciones, o tal vez nos encontraremos en medio de una crisis donde el miedo puede hacer que todo el mundo venda. Generalmente, a largo plazo, comprar empresas de calidad cuando todos venden suele dar buenos resultados. 
  • Mantener las acciones. Psicología adecuada.
En momentos de pánico es cuando se debe tener más claro que estamos siguiendo una estrategia. ¿Comprarías acciones para venderlas al cabo de un tiempo a un precio menor? Pues ya lo sabes; eso es lo que hace la gente que pierde dinero en bolsa. 
Cuando se producen grandes caídas es cuando más atento se debe estar para comprar a buenos precios. Si supiéramos con antelación cuando se va a producir una caída considerable venderíamos el día antes, pero nadie es capaz de predecir una caída con absoluta certeza. Vender acciones (aunque estén sobrevaloradas) puede hacer que te pierdas una gran subida; al ver que no se produce la esperada caída, podrías recomprar más arriba pero te habrás perdido la subida y habrás pagado impuestos por las plusvalías.
Mantener las acciones simplifica mucho la estrategia y a largo plazo (para la mayoría de personas) da mejores resultados.
  • Diversificación en empresas. "No pongas todos los huevos en la misma cesta".
La diversificación es la mejor opción para proteger nuestro patrimonio. Diversificar significa hacer una buena selección de empresas y repartir el dinero destinado a renta variable entre ellas. Si tienes invertido todo tu dinero en una empresa y se da el peor de los escenarios posibles (la temida quiebra), perderás el 100% de tu patrimonio. En cambio, si tienes invertido tu patrimonio en 20 empresas y quiebra una de ellas, sólamente vas a perder el 5% de tu patrimonio. Si sigues esta estrategia es absolutamente imprescindible diversificar aunque ello pueda reducir la rentabilidad.
  • Diversificación temporal.
Es muy difícil saber cuándo la cotización de una empresa va a hacer un máximo o un mínimo y, por lo tanto, saber cual es el mejor momento para comprar. El análisis técnico es una herramienta útil para intentar determinar un buen momento de entrada pero también tiene sus limitaciones. La forma más sencilla y práctica de entrar en una empresa es haciendo compras parciales

Se puede diversificar temporalmente de muchas formas:
  1. Por ejemplo, cuando ves que tu empresa objetivo está a buen precio comprar un 25% del dinero que querías destinar a esa empresa; si baja a un muy buen precio, comprar un 50%; y si baja a precios impensables, comprar el resto. 
  2. Otros prefieren comprar cuando la empresa ha hecho suelo y ya se encuentra en "tendencia alcista", aunque ello suponga no comprar en mínimos. 
  3. También se pueden programar compras cada cierto tiempo, sin ir a buscar el momento ideal. Por ejemplo, cada dos meses hacer una compra de 2000€. Aunque no parezca la mejor opción, en la práctica suele dar buenos resultados. Y si no que se lo pregunten a los que se le ha escapado una buena empresa por ajustar demasiado el precio de entrada.
Aunque quizás podría añadir algunos matices y "apuntes" más, estas son las lineas básicas de la estrategia "Buy and hold". ¿Te ha convencido? Y, si ya has empezado a invertir en bolsa con esta estrategia, ¿qué añadirías al post? ¡Anímate a compartir tus dudas i/o experiencias!



viernes, 26 de junio de 2015

El interés compuesto.

leyenda del ajedrez


Dicen que una vez le preguntaron a Einstein cuál era la fuerza más poderosa del Universo, a lo que él respondió “el interés compuesto”. Aquí os dejo unos ejemplos que justifican su respuesta y que nos dejan ver las posibilidades del interés compuesto.


La leyenda del hombre que inventó el ajedrez.

Un inventor fue a ver al emperador de China para enseñarle su creación, el juego del ajedrez. El emperador quedó tan asombrado que quería aquel juego para él, por lo que le dijo al joven inventor que si le dejaba el juego, le concedería lo que pidiese.
Y el inventor le pidió algo muy simple: un grano de trigo para la primera casilla del tablero, dos granos para la segunda casilla, cuatro granos para la tercera, ocho para la cuarta y así sucesivamente hasta la última casilla del tablero.
El emperador aceptó rápidamente, pues consideró aquella petición muy modesta. Incluso tenía la sensación de haber engañado a aquel joven al quedarse con su invento por unos pocos granos de trigo. Pero cuando los visires del emperador se dispusieron a pagar y fueron calculando los granos necesarios conforme aumentaban las casillas del tablero, descubrieron que para rellenar las últimas 10 casillas del tablero, necesitarían 35 trillones de granos de trigo. ¡En toda China no había trigo suficiente para pagar al inventor! Cuando se lo comunicaron al emperador, éste se quedo sin saber que decir y comprendió así la enorme sabiduría del modesto inventor.


¿Qué pasa si doblamos un papel?

Aquí tenemos otro sorprendente ejemplo sobre el poder del interés compuesto. Toma un trozo de papel y dóblalo por la mitad. Has duplicado su espesor. Dóblalo por la mitad una vez más para lograr que tenga un espesor cuatro veces mayor que al principio. Suponiendo que pudieras continuar doblando el trozo de papel hasta 40 veces, ¿qué grosor crees que acabará teniendo? ¿Menos de un metro? ¿Entre uno y 10 metros? ¿Entre 10 y 1.000 metros?

En realidad no podrías doblar un trozo de papel 40 veces, pero si de alguna manera pudiera doblarse su espesor 40 veces, podría hacerse una pila de papel lo suficientemente alta como para llegar desde la Tierra hasta la luna.

Esto es el crecimiento exponencial: duplicación, reduplicación y nueva duplicación. Casi todo el mundo se sorprende por este fenómeno, porque la mayoría de la gente piensa en el crecimiento como un fenómeno lineal.


¿Se puede aplicar el interés compuesto a los ahorros?

Vamos a ver que pasa si se ahorran 150 € al mes y se obtiene un 8% anual de rentabilidad (que es una rentabilidad bastante asequible invirtiendo en bolsa). Suponiendo que cada año se reinvierten los beneficios obtenidos, el resultado es el siguiente:

Ahorro 150 € mensuales

Con ahorrar 150 € al mes y reinvertir los beneficios en 40 años se ha conseguido acumular más de 500.000 € y sólo en 10 años más, la cantidad obtenida es más del doble,¡1.115.409 €!

Veamos que ocurre ahorrando 300 € mensuales y reinvertiendo unos beneficios del 8%.

Ahorro 300 € mensuales

En 40 años se obtiene más de 1 millón de euros, mientras que en 50 años llegamos a ¡2.230.818 €!!

¿Cuál crees que sería el resultado de mantener esta operación 100 años? ¿Llegaríamos a los 10.000.000 €? Pues a los 75 años tendríamos 15.562.000 € y a los 100 años más de 105.000.000 €!!

Entonces... ¿tenía o no razón Albert Einstein?


* Manteniendo en una cuenta bancaria sin remuneración 300 € mensuales al cabo de 50 años el saldo de la cuenta sería de 180.000 € y los 100 años 360.000 €.
** En los cálculos no se ha tenido en cuenta ni la inflación ni los impuestos.



En el próximo post veremos como se puede combinar la inversión en bolsa y el interés compuesto, ¡no te lo pierdas!